Cuando atendemos a un cliente por teléfono, la situación tiene algunas complicaciones, sin embargo no debemos dejar de esforzarnos por ganarnos su confianza.
Y aunque la vista no entre en juego, porque no tenemos un cara a cara, también la comunicación no verbal tiene mucha importancia. En estos casos la voz cobra todo el protagonismo y es la responsable de la imagen que ofrecemos.
Algunas estrategias que ayudan a disminuir la distancia con nuestros clientes desde el teléfono son:
– Mantenerse derecho ayuda a mantener un tono de interés.
– Relajarse para transmitir seguridad y control.
– Sonreír vuelve la voz más cálida y simpática.
– Mantener la voz constante ayuda a que la persona se sienta tranquila y bien atendida.
– Hablar más lentamente para compensar que el teléfono no ofrece un sonido tan transparente como la viva voz.
– No provocar ruidos que indican al oyente que no estás concentrado en su tema.
– No hacer acrobacias si se te ha caído algún objeto; espera a que termine la llamada.
– No tapar el auricular con la mano ya que se acostumbra a oír de todas maneras.
– Mantener un ritmo tranquilo y controlado de la respiración da impacto a tus palabras.
Generar confianza por teléfono es más complicado, porque el interlocutor tiene mucha menos información emocional sobre ti. Así que esfuérzate en ponérselo fácil y verás cómo te corresponde.