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El origen de los conflictos interpersonales

El origen de los conflictos interpersonales

Siempre que afronto un curso de resolución de conflictos, después de adentrarnos en el análisis de los conflictos, en sus fases y en las formas de resolución, no me olvido de subrayar que la mejor de las maneras de resolver un conflicto es evitando que se inicie, es decir, la prevención. Para ello es importante reconocer las causas y detonantes de los conflictos para adelantarnos a su inicio.

En numerosas ocasiones a lo largo del día, nos encontramos envueltos en situaciones en las que la satisfacción de nuestra voluntad choca con la satisfacción de la voluntad de otras personas.  Pero estas situaciones en sí no son conflictos interpersonales. Pueden ser malentendidos, pueden ser problemas de gestión o pueden ser divergencias de opiniones pero en ningún caso los equiparamos a un conflicto interpersonal, ya que son situaciones que se pueden analizar y resolver objetivamente.

Un ejemplo de situación de alto riesgo en la que muchos nos reconoceremos: el desacuerdo con el funcionamiento del aire acondicionado en las oficinas. Evidentemente es una situación en las que los intereses de unos y otros son incompatibles. Y buscar métodos equilibrados para llegar a un acuerdo sobre esa situación requiere de tiempo, esfuerzo y, sobre todo, asertividad.

Acostumbra a pasar, sin embargo, que se pierde esa perspectiva de análisis de la situación y solapamos una emoción entendida como un desprecio, un ataque, una humillación, etc. De esta manera, lo que era “ellos tienen frío y nosotros calor” se convierte en “¡ellos se creen más importantes que nosotros!”. Al volcar la emotividad en esa situación y abandonar el plano de los hechos para centrarnos en el de las personas, ya hemos iniciado el conflicto. Y es entonces cuando empieza un proceso determinado con mayor o menor virulencia que requerirá de unos métodos concretos para cada tipo de conflicto.

Siempre va a ser más complicado resolver un conflicto interpersonal que una situación de controversia. Entrenar la asertividad es la clave para no cruzar esa frontera y prevenir la aparición de conflictos.

Soy Ivan Carnicero, experto en comunicación y formador por vocación. Me dedico a ayudar a empresas y profesionales con su comunicación estratégica para ser más productivos, vender más o liderar con eficacia.

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